sábado, 11 de mayo de 2013

Maestros suspensos en Primaria!

Un profesor, en la medida en que está vinculada a la enseñanza debe dominar algo que pueda enseñar a todos.

Conocer algo nos permite proceder a enseñarlo y conocer un contenido disciplinar en profundidad significa estar mentalmente organizado y bien preparado para enseñarlo de manera general.

Lógicamente, lo primero de todo el docente debe tener un amplio conocimiento de la materia que imparte y en esta sociedad, debe estar constantemente sino investigando al menos actualizando sus conocimientos para adaptarlos a las necesidades del momento presente.

Para concluir con este tema, diré que todo maestro y estudiante que aspire a serlo debe conocer los fundamentos básicos de sus disciplinas.

Respecto a los saberes pedagógicos, opino que ambos saberes son muy importantes en nuestra formación académica ya que, dentro de los saberes podemos distinguir el saber teórico que se construye en la Escuela. Los colectivos pedagógicos, en parte, se constituyen en agentes legitimadores de este saber, que es aceptado, compartido y reconocido. Luego en el saber práctico, uno de los núcleos generadores de nuevos conocimientos en el docente es la práctica, la cual se convierte en una instancia en la construcción del saber y las múltiples demandas de la vida del aula activan sus recursos intelectuales.

Por último el saber reflexivo es aquel que se construye desde la conciencia y para un docente, la reflexión personal y colectiva es vista como uno de los procesos más importantes en su desarrollo profesional, pues le permite analizar, reconstruir su práctica e interrogarse sobre su trabajo.

Y para concluir, creo que se debe la publicación de esta noticia al nivel educativo que hay en el país.

En cuanto a nivel educativo, los españoles siempre nos quedamos en la zona media según los datos del Informe PISA y en lo que a compresión lectora se refiere estamos por debajo de la media de todos los países de la OCDE.

Quiero decir que el sistema educativo español no ha mejorado con respecto a años anteriores ya que, a pesar de que la alarma del fracaso escolar suena hace tiempo, nada parece haber cambiado.

Y nuestro objetivo sería tratar de parecernos a aquellos que obtienen mejores resultados con el claro ejemplo de Finlandia.

En Finlandia durante los primeros seis años de la primaria los niños tienen en todas o en la mayoría de las asignaturas el mismo maestro, que vela por que ningún alumno quede excluido. Es una manera de fortalecer su estabilidad emocional y su seguridad. Hasta 5º no hay calificaciones numéricas. No se busca fomentar la competencia entre alumnos ni las comparaciones.

La educación gratuita desde preescolar hasta la universidad incluye las clases, el comedor, los libros y hasta el material escolar aunque si alguien lo pierde está obligado a pagárselo. La jornada escolar suele comenzar sobre las 8,30-9 de la mañana hasta las 3 de la tarde, con el paréntesis del almuerzo a las 12-12,30 horas. En total, suman 608 horas lectivas en primaria, frente a las 875 horas de España, con deberes en casa que no son excesivos.

El éxito finlandés se debe a que encajan tres estructuras: la familia, la escuela y los recursos socioculturales. Los tres engranajes están ligados y funcionan de forma coordinada

Allí para ser maestro se necesita una calificación de más de un 9 sobre 10 en sus promedios de bachillerato y de reválida. Cada universidad escoge después a sus aspirantes a profesores con una entrevista para valorar su capacidad de comunicación y de empatía, un resumen de la lectura de un libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de aptitudes artísticas, una prueba de matemáticas y otra de aptitudes tecnológicas. Al proceso de selección le sigue una exigente licenciatura y periodos de prácticas.

Por tanto y para finalizar, deberíamos intentar copiar todas aquellas cosas positivas de este país e intentar llevarlo a cabo aquí en España.