Se podría decir que es el mundo al revés, en las aulas los alumnos realizarían aquello que suelen hacer en casa y en casa lo que generalmente se realizaría en el aula. El alumnado en casa asiste a una clase magistral sin el profesor y en clase hace los deberes con él.
En mi opinión no es mala idea esta nueva metodología en las aulas. Los alumnos suelen trabajar mejor en casa que en la escuela y esta metodología les permite concentrarse mejor en dichas tareas, pueden rebobinar el vídeo o avanzarlo según su antojo. Esto también permite a los estudiantes ir a su propio ritmo y revisar el material cuantas veces quieran y cuándo ellos lo decidan. Pero al estar en un contexto no académico hay mayor grado de tentación y distracción por parte de los alumnos. Los padres cobran un papel muy importante ya que más tareas en casa supone un mayor esfuerzo para los alumnos y alumnas y ellos deberán resolver esas dudas cuando el profesor no se encuentra presente.
El gran inconveniente que veo es que esto no se podría hacer con todas las asignaturas de un curso académico porque te pasarías horas y horas viendo vídeos la cantidad de alumnos en las aulas de ahí mis dudas sobre esta metodología.
Y respecto a la realización de los vídeos nos encontramos dos enfoques, el primero que sería el modelo profesional. Pienso que no todos los centros educativos podrían permitírselo por lo tanto yo me inclinaría por el enfoque amateur. Porque puedes realizarlo desde tu oficina, desde casa y solo necesitas un ordenador y una webcam y los costes son más baratos que los del enfoque profesional.
Esto también permite a los estudiantes ir a su propio ritmo y revisar el material cuantas veces quieran y cuándo ellos lo decidan.
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